Más allá del resultado, 2-0 a favor de Huracán Las Heras ante Gutiérrez, el once dirigido por Darío Alaniz supo plasmar otros planes alternativos para encarar los cambios que se le presentaron a lo largo del partido.
Un centro de Gullace por izquierda fue recepcionado por Cattáneo, quien tocó suave al palo izquierdo de Alves para poner el 1 a 0. Iban 9’ y el Globo se ponía en ventaja.
Con la diferencia a su favor, Huracán intentó seguir sumando. Así De Vera se movió por ambas bandas y fue una complicación para la última línea celeste. Luego, ni Allende ni Cattáneo pudieron empujarla para el segundo.
A los 30’, Gullace llegó a destiempo en la disputa del balón y se fue expulsado.
Sin embargo, Huracán no se desarmó en su esquema y siguió siendo el protagonista de la tarde. Antes del descanso, Soulergues evitó la caída de su valla y la envió al córner.
En el primer cuarto de hora, Gutiérrez dispuso de la jugada más clara para poner tablas. Pero lo que se perdió Riquero es difícil de explicar y es para subirlo a internet como “el gol imposible de perder”. Era más difícil errarlo que concretarlo.
El pase de Molina dejó fuera de acción a toda la defensa y al arquero lasherino, pero Riquero solo frente al arco la tiró afuera.
En la jugada siguiente, Cattáneo –ya había sido advertido y tenía amarilla– derribó a un rival con falta. El juez no dudó y el volante se fue a los vestuarios.
Alaniz puso a Gómez para reforzar la defensa en lugar de Allende. Abaurre hizo lo propio en la mitad de cancha (Piozzini por Jofré) y, con espacios y dos hombres de más, Gutiérrez copó el campo defendido por Huracán. Pero fue dominio y escasa claridad para llegar al empate.
El ingreso de Alvarado le dio aire fresco a la zaga central local y muchas ideas. Por eso, la infracción que le cometieron al Petete comenzó con el centro de Rogel y el cabezazo al ángulo de Carrizo, que se convirtió en el segundo de Huracán.
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