Pitazo final de Alberto Riveros y el único jugador de Gutiérrez que levantó las manos y a grito pelado festejó el triunfo fue Roberto Falcone. El dueño de casa había triunfado 1-0, pero en el ambiente la sensación era de vacío. Había sed de goleada.
Sin embargo, el propio “Beto” fue quien se encargó de magnificar el triunfo: “Ganamos la primera final. El triunfo era clave. Ellos tienen un equipo muy interesante, pero ahora están en desventaja. La serie depende de nosotros y lo que hoy (por ayer) logramos es vital”.
Gutiérrez Sport Club pegó primero y está con un pie en la final del Torneo del Interior. El equipo del “Huevo” Castro superó a un conjunto puntano que por momentos le quitó la pelota merced a su presión y lo superó en varios pasajes del encuentro.
Sin embargo, en el complemento apareció el equipo made in Castro: el que abre la cancha, lateraliza el juego, puebla de delantero el área rival y se adueña absolutamente del trámite del juego. Y así llegó el triunfo.
Apareció “Patito” Riquero, el niño mimado del club, capturó un rebote en el área y con toque preciso batió al portero Valentín Brasca, que hasta ese momento era la gran figura del encuentro. Es que el gol de la victoria llegó tras una seguidilla de jugada de riesgos del Perro.
Fueron cinco asociaciones de toques que merecían terminar en la red puntana, pero Brasca se lució en cada una de ellas. Gutiérrez buscó aumentar la ventaja, pero con oficio Estudiantes se cerró atrás y quedó con oxígeno para el juego revancha. Promesa de partidazo.
El Celeste sufriría varias bajas
La expulsión de Nicolás Arce sobre el pitazo final fue un verdadero mazazo para la gente del Celeste. Es que durante el encuentro, el sanjuanino Riveros ya había amonestado a Gonzalo Estrada y Rodrigo Acosta y ambos habrían llegado a la quinta amarilla.
Por esta razón, estos tres jugadores se perderían la revancha. Por su parte, el elenco puntano, recuperará al goleador mendocino Javier Villaseca (cumplió con una fecha de suspensión) y al volante Omar Gallardo (lesionado).