Ya se le hizo una sana costumbre. Y lo sufrieron los equipos del Sur provincial. Este Gutiérrez siempre te da vuelta y termina festejando. Por eso la tabla le sonríe y pelea arriba.
Primero fue Andes de Alvear hace algunas fechas atrás, y ahora le tocó a San Martín de Monte Comán ser víctima del elenco comandado por Sergio Scivoletto.
Igual no le sobró nada frente a un conjunto que dio lucha hasta el final. Le costó doblegarle la mano y debió trabajar más de la cuenta para marcar la diferencia.
¿Carácter? ¿Fútbol? Un poco de cada cosa. La visita siempre propuso palo por palo y no pensó en meterse atrás, sabiendo que podía encontrar el hueco para lastimar si era profundo en sus ataques. Y no se equivocó.
Un centro de Castro de la derecha se transformó en un misil que se coló en el segundo palo del arco celeste. Golazo.
Inesperado para el dueño de casa, quien había contado con chances como para facturar y abrir el partido.
Gutiérrez tuvo la inteligencia para mantener la tranquilidad y no entrar en el desconcierto. Siguió intentando por el mismo camino y tuvo premio cuando el primer tiempo daba su último suspiro.
Un mazazo difícil de superar para San Martín. Un empezar de nuevo para el Cele que supo golpear en el momento justo.
La igualdad fue una puñalada en el ánimo de los hombres de Monte Comán, y esto se notó en el trámite del juego.
Todo pasó por lo que podía hacer el local, que fue creciendo sustentado en aquel empate agónico.
Scivoletto movió el banco y acertó. Mandó al campo a Gardeano y volante fue la pieza clave del triunfo.
Así Gutiérrez pasó otra prueba. Nuevamente viniendo desde atrás tuvo su grito sagrado y avisa que no se quiere bajar.
