El Cele sólo piensa en el Torneo del Interior. No tiene otro objetivo. Es consciente que depende de otros resultados para alcanzar al Globo y adjudicarse la tercera plaza que está en juego. Sin embargo, por el momento, nadie ni nada le quita la ilusión de clasificar.
Por lo tanto, a este plantel juvenil de Gutiérrez motivos le sobran para saltar al campo de juego y dejar el alma. Ayer, en su estadio derrotó al Lobo del Parque por 2-0 y ahora viajará hacia el Este para medirse con el Centro Deportivo Rivadavia, equipo que seguramente prepará una gran fiesta para dar la vuelta olímpica con su gente.
Desde el silbatazo inicial de Pascual Fernández, el Celeste mostró una actitud más agresiva. Quería y necesitaba los tres puntos. Porque así juega el Perro, mucho sacrificio, mucha voluntad y cuando la pelota pasa por los pies de Emi Rodríguez, Martín Castro, Francis García y Patito Riquero muestra un sentido de juego colectivo más que interesante. Por esta razón, la superioridad del elenco del Cachorro Abaurre sobre Gimnasia fue abismal desde lo actitudinal. Más allá, que la apertura del marcador llegó tras una clara posición delantada de Patricio Riquero.
En el segundo capítulo, mientras el Lobito insinuaba una recuperación, el Celeste pisó el área y fue mortal. Martín Castro, que jugó unos metros más adelantado, de media vuelta en la puerta del área la clavó al rincón.¡Inatajable!.
Con estos tres puntos acumulados, el Perro continúa en carrera. Todo lo contrario para el Lobo, quien cayó en zona de promoción.
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