Era amarillo en el primer tiempo. En la segunda etapa pintaba para celeste y finalmente terminó negro. Gutiérrez y Murialdo empataron 2 a 2 en un partido que tuvo de todo. Emociones, goles, tensión y un final inesperado.
El elenco de Scivoletto le mojó la oreja al Celeste en la primera etapa y se fue al descanso con dos tantos a favor.
Amanecía el partido y Figueroa se perdió el primero de cabeza, tras centro de Ciaurro.
Un minuto después, el mismo Ciaurro capitalizó un rebote en una mala salida del local y de volea, por encima de Álves, marcó el primer gol del Canario.
Gutiérrez estaba dormido y sólo tuvo una aproximación en los pies de Javier Castro, que tiró un centro rasante que no pudo conectar García casi en la línea.
Corrían los 26 minutos y el Canario volvió a silbar. Díaz recibió una falta en la puerta del área celeste y Mut cambió ese tiro libre por gol. La pelota fue al palo de la barrera y se metió en el ángulo derecho de Álves, que nada pudo hacer.
En el complemento Gutiérrez creció y descontó, a los 6’, cuando se durmió la defensa visitante. Marcelo Rivero peinó un centro de Leandro Valenti y Leonardi no pudo evitar que el balón ingresara en su valla.
Patricio Riquero también tuvo su chance, pero su remate dio en el palo, luego de que Leonardi la desviara. Todo parecía que el partido se moría, pero Luis Atencio le cometió falta en su área a Rivero y Fabricio Andino cobró penal.
Fue Martín Castro, a los 42’, quien le dio el merecido empate a Gutiérrez, que no se cansó de buscar el empate.
Cuando Andino terminó el encuentro, todos los jugadores de Murialdo se fueron encima del árbitro del encuentro, también hubo incidentes con la Policía (ver aparte). Final inesperado en el estadio de calle Boedo.
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