Y un día el Cele gritó

Ahora el dueño del departamento es Gutiérrez Sport Club. Muchos dirán que el Cruzado está jugando un Argentino A y que el torneo de la Liga le es indiferente. Sin embargo, ganar el clásico con autoridad, imponiendo su juego, su ritmo y dejando atrás una sequía de alegría en este tipo de partidos de ¡nueve años!, son motivos de sobra para gozar a su eterno rival. Por lo tanto, sólo hay lugar para el festejo que se tiñó de celeste.

El conjunto de Freddy Funes fue superior a su rival durante los 90 minutos. En el primer tiempo ambos conjuntos tomaron sus recaudos y se cuidaron más de la cuenta, por esta razón las jugadas netamente de peligro escasearon en ambas áreas.

En el complemento llegó lo mejor. Gutiérrez, con una gran actitud en todas sus líneas borró por completo a su rival. La movilidad de Francis García por izquierda, la entrega de Martín Castro y la movilidad y fuerza de Matías Minich fueron clave para llegar a la victoria.

Los dos tantos del Perro llegaron desde pelotas paradas y fueron de cabeza. Primero apareció solo Matías Minich, en el segundo palo de Aracena y con un frentazo impecable desató la locura de la gente local. Cuando el juego se moría y Maipú no insinuaba alguna reacción, desde la medialuna el defensor Fernando Abba metió un cabezazo infernal que se coló al lado del travesaño.

Triunfo vital de Gutiérrez SC, que se sacó de encima el karma Maipú; es líder, tiene puntaje ideal y ya sueña con la corona.