Con un penal convertido por Mortes, el Jarillero frenó la marcha del Cele y le sacó el invicto.
Gutiérrez se fue masticando bronca del estadio de San Martín. No sólo dejó el invicto, sino que el rival lo consiguió en el mejor momento suyo en el partido y en una de las pocas llegadas que tuvo en toda la tarde. El fútbol es así. Hace quince días, en el mismo escenario de ayer, Palmira dejaba escapar dos puntos increíbles frente a un Murialdo que le igualó con muy poco. La historia, en este caso, fue muy similar.
Desde el vamos, el conjunto del Huevo Castro tomó el control de la pelota y comenzó a generar peligro. Bastó que apareciera la zurda de Arce y la presencia de López en el mediocampo para ganar todas las divididas y distribuir con criterio.
Así fueron sucediendo las situaciones. Real y Falcone lo tuvieron casi debajo del arco, pero fallaron. Y en el momento de mayor dominio visitante, Estrada se equivocó tan feo como el asistente y el árbitro. Porque cuando llegó el pase para Barboza, el “9” la acomodó con la mano antes del foul de Acosta dentro del área.
Mortes cambió el penal por gol y se armaba otro partido. Sobre el final del primer tiempo, Sagredo dejó al Jarillero con diez y a aguantar se ha dicho. El complemento, ante Cele que quiso y no pudo y un Palmira que no quiso, se hizo muy aburrido. Así y todo, sobre el final se desató la polémica con dos goles anulados a Gutiérrez. El primero, por un supuesto offside de Acosta. Y el segundo, a Minich. Al Cele lo bajaron de un escobazo.
Corrales: “Sinceramente, no me gusta ganar así”
“Había que ganar y hubo que aguantar el resultado. Sinceramente, no me gusta ganar así, pero desde lo táctico lo ganamos nosotros porque jugamos gran parte del partido con un hombre menos”, comentó el técnico de Palmira. Por su parte, el DT de la visita dijo: “Fue un resultado injusto. Se metieron atrás y no la pudimos meter. Del árbitro no hablo”.